La casa donde estoy en San Salvador de Jujuy invita a la relajación y la escritura, estoy en una terraza soleada en un barrio alejado del centro y en las alturas, Los Perales, lo que ocasiona que los lugareños una vez que llegan a estos sitios refunfuñen a la hora de ‘bajar’ a la ciudad, que en auto está sólo a unos 15 minutos… Es sorprendente la cantidad de bellos y apacibles lugares que pueden conocerse en (por decir un numero) 30km a la redonda de San Salvador de Jujuy y casi nadie menciona… aunque deja de asombrarnos cuando contemplamos que en muchos casos ni los mismos jujeños que habitan la capital han visitado alguna vez. Lo que también es cierto es que en Jujuy se difunden poco algunas de sus bellezas naturales, a diferencia de la provincia vecina de Salta, donde todo reservorio con belleza paisajística se promociona con alta voz y en completos paquetes turísticos con guía, porque ‘meterse por ahí’ a recorrer no es estimulado. En la provincia con forma de zapato se distinguen distintas regiones debido, entre otras cosas, a las acentuadas variaciones de altura que oscilan entre los 350 y los 4000 metros sobre el nivel del mar. Estas zonas definen cuatro circuitos turísticos con paisajes, flora y fauna diferentes: la popular Quebrada de Humahuaca, la Puna, las Yungas y los Valles.
Los sitios menos promocionados son los que integran estos últimos, que es lo que llamo el radio alrededor de la capital. En la misma San Salvador hay un lugar que considero imperdible, el Parque Botánico Municipal, es una reserva natural de selva de montaña o yungas, con la particularidad climática de la región llamada nuboselva. Este sendero de tan solo 1 km en subida permite sumergirse en la humedad y la sombra de árboles enormes y lianas enmarañadas (que regalan bocanadas de aire fresco que bajo el sol abrazador y el calor intenso son evocadas alegremente), mientras la melodía de los numerosos pájaros que allí habitan musicalizan el camino que desemboca en, lo que creo que es, el mirador más alto de la ciudad (una plataforma de madera como si fuera el puesto vigía del guarda-parque), que permite una vista panorámica del valle donde se encuentra la ciudad, rodeada de inmensos cerros donde crecen las densas yungas.
Hay un lugar cuyo nombre puede sonar pomposo pero definitivamente le hace honor a su esplendor, las Termas de Reyes. Quedan a casi 20km al oeste de la ciudad, el día que fuimos la tormenta Santa Rosa todavía acechaba la región, por tanto el camino lo recorrimos en medio de una densa neblina… al llegar a destino me preocupé por las altas probabilidades de enfermarme, dado que la pileta de aguas termales es al aire libre y entre la llovizna y el frio no parecía un plan inteligente… Fue una experiencia inolvidable, el vapor del agua evaporada se confundía con la neblina y no se veía absolutamente nada, sabíamos que hacia frio pero nuestros cuerpos estaban muy a gusto en el calor del agua, estábamos sumergidas en un limbo de tensiones aparentemente insalvables… y así nos quedamos como tres horas. Hasta que cayendo la noche, un viento de esos renovadores bajo el influjo de Iansá barrió la nube estacionada y ante nuestros ojos aparecieron los imponentes cerros verdes y selváticos que nos rodeaban. Todo había cambiado, o todo estaba igual solo que el velo que lo cubría se había corrido, pero a mí este lugar me había cambiado. El paisaje hasta llegar allí es una incógnita, porque a la ida la neblina y a la vuelta la noche impedían contemplarlo, quizás sea un buen motivo para volver…
Existe un pueblo cercano que llaman ‘ciudad de diques’, El Carmen. El camino por el cauce del rio me pareció encantador, si bien el lecho del mismo era muy superior al delgado hilo de agua que corría por ser una estación seca. Pasamos por el dique Los Alisos y luego visitamos los diques La ciénaga y Las maderas. Son lugares de recreo y de buena pesca, espejos de agua rodeados de cerros para descansar por las tardes bajo alguna sombra o degustar un plato de pejerrey. El paisaje es una postal, pero a mi parecer de esas postales estáticas y detenidas en el tiempo, hay algo con las aguas que no circulan que me genera una sensación de estancamiento, como si ponerle una barrera al fluir del rio de alguna manera se me presentara como una barrera para avanzar, para caminar… por eso prefiero los ríos y el mar a los lagos y sobre todo a los diques, cuya artificialidad refuerza este no dejar fluir…
Que bueno Gaby...me gusta mucho como escribes. Aqui lo estoy publicitando, a ver si arrimo una mano llena de turistas a esos pagos...aunque se que inevitablemente mas temprano que tarde, dejara mirando de afuera a todos los que no puedan pagar la entrada al aire libre...Siempre me acuerdo de Mocona S.A.
ResponderEliminarTore
Gracias primo!! esperemos que sea mas tarde que temprano no?? o mejor que no suceda!! pero de a poco por aqui todo se va encareciendo y volviendo muy turistico... No se que es Mocona S.A... especificaciones??
ResponderEliminarEs muy largo el pensamiento queriendo razonar en el trazado que Dios le puso a esta parte del país como un escenario para nutrirse de paz y renovar los pensamientos que uno acumula en lugares con tanto adelanto o tecnología como quieran llamarlo y pensar que soy de ledesma y todavía no pude conocer el río Jordán con agua termal como cuenta gaby de termas de Reyes.luego les cuento como es las yungas que tiene un traslado por tres paises
ResponderEliminarEs muy largo el pensamiento queriendo razonar en el trazado que Dios le puso a esta parte del país como un escenario para nutrirse de paz y renovar los pensamientos que uno acumula en lugares con tanto adelanto o tecnología como quieran llamarlo y pensar que soy de ledesma y todavía no pude conocer el río Jordán con agua termal como cuenta gaby de termas de Reyes.luego les cuento como es las yungas que tiene un traslado por tres paises
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